
¿Tu empresa está generando o perdiendo VALOR?
Una historia real para ilustrar el impacto
Hace unos años, una empresa familiar de manufactura en Sudamérica solicitó una valoración anual tras años de crecimiento constante. Aunque las ventas subían, el análisis reveló que el valor real de la empresa estaba estancando. ¿Por qué? Principalmente por exceso de inversión sin retorno inmediato, incremento en los días de cartera y una acumulación de inventarios sin demanda real. Al identificar estos problemas mediante la valoración, pudieron ajustar sus redes de suministro, políticas de crédito y políticas de inversión, revirtiendo esa tendencia y creando valor por primera vez en tres años.
Un ejemplo numérico para verlo con claridad

- Si al año siguiente tu empresa baja su valoración de 10,0 a 9,8, tus decisiones empresariales no fueron las más adecuadas y ¡estás perdiendo valor!
- En cambio, si sube a 10,3, eso significa que las decisiones estratégicas fueron efectivas y ¡estás creando valor!
Este tipo de seguimiento anual funciona como un «termómetro financiero» que te alerta a tiempo para corregir estrategias o aprovechar oportunidades.
¿Por qué este ejercicio es clave?
- Te da una visión clara y periódica: medir el valor empresarial es entender si tus decisiones empresariales realmente están siendo las más adecuadas.
- Permite ajustes estratégicos oportunos: si ves una caída en el valor de la empresa, puedes investigar las causas e intervenir a tiempo.
- Apoya decisiones mayores: para fusiones, financiamiento o venta, contar con una valoración reciente te da respaldo y credibilidad frente a terceros, sean estos inversionistas o financistas.
Resumen final
